¿Deberíamos dejar tareas en casa? Hay docentes que son fervientes defensores de las tareas, y otros que piensan que no es necesario darlas.
En Finlandia, en general no se da tanta tarea como en algunos otros países, como México. El objetivo, sin embargo, no es que el estudiantado pase toda la tarde haciendo sus tareas. (Y sí, en México he escuchado que algunos docentes piensan que dándoles muchas tareas a sus estudiantes los mantienen “fuera de las calles y haciendo algo útil en vez de maldades”). Al contrario, en Finlandia se piensa que es importante que los niños, niñas y jóvenes tengan tiempo para jugar y estar con sus amigos y amigas. Por eso, si se deja tarea, se busca que realmente ayude o repasar temas ya vistas o preparar nuevos aprendizajes, y que no tome demasiado tiempo después de la escuela.
Recientemente encontré una idea interesante sobre las tareas en el libro Matikkanälkä (“Hambre de matemáticas”) de Laura Tuohilampi. El libro es muy interesante y lleno de ideas y actividades concretas sobre cómo desarrollar pensamiento matemático, así que seguramente voy a estar compartiendo otras cosas de esta autora. Pero hoy quiero compartir una sugerencia que da sobre las tareas y que se puede aplicar en diferentes asignaturas.
Es realmente bastante simple: deja que tus estudiantes elijan las tareas que van a hacer en casa. Ya sé que puedes pensar – ¡necesitan practicar ciertas cosas! Y quienes tienen dificultades, necesitan practicar más, ¿no es cierto?
Según Tuohilampi, no tanto. Hay investigaciones que muestran que grandes cantidades de tareas en casa no mejoran el aprendizaje, al contrario. Quienes ya entendieron un concepto, realizan más tareas que quienes les cuesta trabajo. Suena bastante lógico, ¿verdad? Podemos preguntarnos: ¿si el o la estudiante no entendió un concepto o un tema en la clase, realmente va a entenderlo repitiendo 20 variaciones del mismo ejercicio en casa, donde probablemente nadie le podrá ayudar? Esto podría llevar incluso a aún mayor segregación – quienes ya son buenos en algo, practican más y quienes tienen retos en algún tema, practican menos y pueden perder toda la motivación o no valga la pena de hacer esfuerzo, porque simplemente no van a entender.
Si dejamos que los estudiantes elijan sus propias tareas, se pueden sentir más comprometidos de realizarlos que si se los damos. ¿Qué tipo de tarea piensa el o la estudiante que le podría ayudar más? ¿Está ahora en una fase donde repetición le podría ayudar, o requiere algo que le permite profundizar en el aprendizaje ya adquirido? ¿Quiere algo que le motive, le inspire o que le rete? Es importante que nuestros estudiantes aprendan a justificar su elección. Explicar por qué eligieron justo cierto tipo de tareas les ayudará a desarrollar sus habilidades de aprender a aprender, y no elegir siempre solamente la opción más fácil.
Si te parece que elegir sus propias tareas es demasiada responsabilidad para tus estudiantes por el momento, tal vez de todos modos puedes dar un poco de espacio para elección.
Podrían elegir de tareas que tú ya hayas preseleccionado, y por ejemplo tomar 1-3 que requieren repetición, 1-2 ejercicios que son de mayor reto, un ejercicio difícil y uno divertido. O alguna otra combinación de estos. Recuerda incluir variedad que permite practicar diferentes habilidades o conocimientos, no solamente ejercicios rutinarios, sean de matemáticas o de otras asignaturas.
Una opción puede también ser que ellos busquen información sobre cómo se usa algún concepto recién aprendido o que tengan la tarea de enseñar algo visto en la clase a un familiar o una amistad.
¿Qué te parece esta idea? ¿Te antoja probarla con tus estudiantes? ¿O ya habías hecho algo así?
(¿Te gustaría saber más sobre las ideas que presenta Tuohilampi en su libro para desarrollar pensamiento matemático y para motivar hasta a las personas que odian a matemáticas en el aprendizaje matemático? Ayúdame contestando esta encuesta muy breve.)
Fuentes:
Tuohilampi, Laura (2017). Matikkanälkä. PS-kustannus, Jyväskylä.